Habiendo escrito recientemente una serie de Notas sobre el Bushido o el código moral de los guerreros samuráis, volví a repasar una Nota escrita hace varios años titulada “El Judo entre el Deporte y el Budo” donde recordábamos la definición del “Budo” según la Asociación Japonesa de Budo (Nippon Budo Kyogikai) donde se menciona bushido. Cabe recordar que la mencionada Asociación Japonesa de Budo nuclea a las federaciones de las nueve principales disciplinas del Budo como las de Kendo, Judo, Kyudo, Sumo, Karate-do, Aikido, Shorinji Kenpo, Naginata y Jukendo junto a la Fundación Nippon Budokan que administra las instalaciones del Estadio Nippon Budokan que fue construida para los Juegos Olímpicos de Tokyo 1964 y remodelado para los recientes Juegos Olímpicos de Tokyo 2020 y que cuenta también con salas de entrenamiento.
Estadio Nippon Budokan
En la presente Nota, trataremos de recordar dicha definición del Budo junto a otros documentos básicos como la “Filosofía del Budo”, la “Carta del Budo” y la más reciente “Carta del Budo para Niños” establecidas por la mencionada Asociación Japonesa de Budo.
Definición del Budo (01.02.2014)
Budo es una modalidad de cultura física japonesa que tiene su origen en la antigua tradición del Bushido, literalmente, “el camino del guerrero”. Los practicantes de Budo desarrollan habilidades en técnicas marciales al mismo tiempo que se esfuerzan en unificar la mente, la técnica y el cuerpo; desarrollar su carácter; para mejorar su sentido de la moralidad y cultivar una conducta respetuosa y cortés. Por lo tanto, el Budo sirve como un camino hacia la autosuperación. Budo es la denominación general que se refiere a las disciplinas modernas de las artes marciales japonesas compuestas por Judo, Kendo, Kyudo, Sumo, Karatedo, Aikido, Shorinji Kempo, Naginata y Jukendo.
Filosofía del Budo (1.10.2008)
El Budo, las artes marciales japonesas, tiene su origen en las tradiciones del Bushido, el camino del guerrero. El Budo es una forma tradicional de cultura física que comprende Judo, Kendo, Kyudo, Sumo, Karatedo, Aikido, Shorinji Kempo, Naginata y Jukendo. A través del entrenamiento de las habilidades técnicas, los practicantes logran unificar la mente, la técnica y el cuerpo; desarrollar su carácter; mejorar su sentido de la moralidad; y cultivar una conducta respetuosa y cortés. Practicados con constancia, estos rasgos admirables se vuelven intrínsecos al carácter del practicante. Las disciplinas del Budo sirven como camino hacia la autosuperación. Esta elevación del espíritu humano contribuirá a la prosperidad y armonía social y, en última instancia, beneficiará a la gente del mundo.
Carta del Budo (23.04.1987)
El Budo, las artes marciales japonesas, tiene su origen en el antiguo espíritu marcial de Japón. A través de cambios históricos y sociales a lo largo de los siglos, estas formas de cultura tradicional evolucionaron de técnicas de combate (jutsu) a formas de autosuperación (do).
En la búsqueda de la perfecta unidad de mente y técnica, el Budo se ha refinado y evolucionado en formas de entrenamiento físico y desarrollo espiritual. El estudio del Budo fomenta el comportamiento cortés, mejora las cualidades técnicas, fortalece el cuerpo y perfecciona la mente. Los japoneses actuales han heredado valores tradicionales a través del Budo, que siguen desempeñando un papel importante en la formación de la personalidad de los japoneses, sirviendo como fuente de energía y revitalización ilimitados. Como tal, el Budo ha atraído un gran interés a nivel internacional y se estudia en todo el mundo.
Sin embargo, una tendencia reciente hacia la búsqueda solamente de la habilidad técnica agravada por una preocupación excesiva por ganar es una grave amenaza para la esencia del Budo. Para evitar cualquier posible tergiversación, los practicantes de Budo deben realizar continuamente un autoexamen y esforzarse por perfeccionar y preservar esta cultura tradicional.
Es con esta esperanza que nosotros, las organizaciones miembros de la Asociación Japonesa de Budo, establecimos la presente “Carta del Budo” para defender los principios fundamentales del Budo.
Artículo 1: Objetivo del Budo
A través del entrenamiento físico y mental en las artes marciales japonesas, los exponentes del Budo buscan desarrollar su carácter, mejorar su sentido del discernimiento y convertirse en individuos disciplinados capaces de contribuir a la sociedad en general.
Artículo 2: Keiko (entrenamiento)
Cuando se entrena en Budo, los practicantes siempre deben actuar con respeto y cortesía, adherirse a los fundamentos prescritos de la disciplina y resistir la tentación de perseguir la mera habilidad técnica en lugar de esforzarse por lograr la unidad perfecta de mente, cuerpo y técnica.
Artículo 3: Shiai (competencia)
Ya sea compitiendo en combates o en formas (kata), los exponentes deben exteriorizar el espíritu que subyace en el Budo. Deben hacer todo lo posible en todo momento, ganando con modestia, aceptando la derrota con gallardía y exhibiendo constantemente el autocontrol.
Artículo 4: Dojo (sala de entrenamiento)
El Dojo es un lugar especial para entrenar la mente y el cuerpo. En el Dojo, los practicantes de Budo deben mantener la disciplina y mostrar la debida cortesía y respeto. El Dojo debe ser un ambiente tranquilo, limpio, seguro y solemne.
Artículo 5: Enseñanza
Los instructores de Budo siempre deben motivar a los demás a que también se esfuercen por mejorar y entrenar con esmero sus mentes y cuerpos, mientras continúan mejorando su comprensión de los fundamentos técnicos del Budo. Los instructores no deben permitir que la atención se centre solamente en ganar o perder en una competición, o en la capacidad técnica. Por encima de todo, los instructores tienen la responsabilidad de dar el ejemplo y ser los modelos a seguir.
Artículo 6: Promoción del Budo
Las personas que promueven el Budo, defendiendo los valores tradicionales, deben mantener una perspectiva internacional y la mente. Deben hacer esfuerzos para contribuir a la investigación y la enseñanza, y hacer todo lo posible para promover el Budo desde todos los puntos de vista.
Carta del Budo para Niños (16.09.2004)
El Budo, las artes marciales japonesas, son manifestaciones de la cultura tradicional fundamentados en el espíritu marcial tradicional transmitido desde la antigüedad. A través de la práctica de Budo, el practicante aprende modales correctos, perfecciona sus habilidades técnicas y desarrolla la mente y el cuerpo para convertirse en un ser humano virtuoso.
El Practicante de Budo no solo se enfoca en los objetivos menores de habilidad técnica o ganar competencias, sino también se esfuerza por comprender los verdaderos ideales del Budo y apreciar sus tradiciones.
Los siguientes artículos descritos en la “Carta del Budo para Niños” deben ser respetados por los niños practicantes para que se beneficien de su práctica y aprecien los ideales del Budo.
Artículo 1: Objetivo
Dotados de un fuerte sentido de la justicia, coraje, consideración por los demás y cuerpos y mentes sanos logrados a través del entrenamiento en las técnicas del Budo, aspiramos a convertirnos en personas útiles para la sociedad.
Artículo 2: Keiko (práctica)
Al entrenar en Budo, nos atendremos a las formas tradicionales de etiqueta y a las enseñanzas de nuestros instructores. Practicaremos las técnicas básicas con la mayor precisión posible, tratando de aprender no solo las técnicas, sino también, fortalecer nuestros cuerpos y mentes, en la mayor medida posible.
Artículo 3: Shiai (competencia)
En los combates (shiai) como en las demostraciones (embu) haremos todo lo posible para demostrar las habilidades que hemos adquirido a través de la práctica. Lo haremos con una actitud seria y digna, sin obsesionarnos con ganar o perder.
Artículo 4: Dojo (sala de entrenamiento)
El Dojo es un lugar donde aprendemos nuestras habilidades y cultivamos la fuerza del cuerpo y la mente. Debemos seguir las reglas, comportarnos de manera educada y mantener el Dojo limpio y seguro.
Artículo 5: Compañeros
Debemos valorar la amistad que formamos en el Dojo y cooperar y apoyarnos mutuamente. Disfrutemos juntos de nuestro entrenamiento y esforcémonos por hacernos amigos de todos quienes nos rodean.
Sin dudas, me ha resultado interesante y revelador releer estos documentos consensuados por las organizaciones de las principales disciplinas del Budo o artes marciales japonesas en los cuales se enfatiza el papel que cumple su práctica esencialmente física no sólo para preservar los valores de la cultura tradicional del Japón (Bushido), sino también para lograr la unificación de mente, cuerpo y técnica. También, como instructor, la relectura me ha resultado de gran utilidad, para reflexionar sobre nuestro rol y nuestro compromiso.
Cabe aclarar que la traducción al español se ha realizado desde la versión en inglés disponible en la Página Oficial de la Fundación Nippon Budokan ya que la versión en inglés es algo más extensa que el original en japonés, para permitir una mejor comprensión por parte de la población no-japonesa.
https://www.nipponbudokan.or.jp/english