En la nota anterior, titulada “El aprovechamiento de la Fuerza de Reacción del Suelo en el Judo”, se abordó el principio de la Tercera Ley de Newton de Acción y Reacción y su manifestación biomecánica directa en el Judo a través de la Fuerza de Reacción del Suelo (FRS). En la presente, trataremos de profundizar algo más cómo el aprovechamiento de dicha fuerza constituye la clave del estilo del Judo Japonés basado en la técnica y centrado en el empuje o la presión en avance.

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Yasuhiro Yamashita

 

El estilo del Judo Japonés centrado en el empuje o presión hacia adelante

El estilo del Judo Japonés se centra en el principio del empuje o presión hacia adelante, aprovechando de manera altamente eficiente la FRS. Aquí, resulta importante aclarar que, en este contexto, “empujar” no significa aplicar fuerza únicamente con los brazos, sino generar la fuerza desde la parte inferior del cuerpo, especialmente desde la planta de los pies, para luego transmitirla a través del tronco (core) hacia el tren superior.

De este modo, la FRS produce un flujo de fuerza ascendente y hacia adelante, por lo que el verdadero principio “empujar el suelo para controlar al oponente”, en lugar de “empujar con los brazos”. En consecuencia, puede afirmarse que el Judo Japonés no es simplemente un “Judo de empuje”, sino un “Judo que empuja el suelo para transmitir la fuerza al oponente”, aprovechando plenamente la FRS.

Precisamente, en este punto radica la mayor diferencia con el estilo clásico del Judo Europeo, caracterizado por la tracción o tirón basado en la fuerza de los brazos. Mientras que el judoka japonés “empuja el suelo para mover al oponente”, el europeo tira del oponente para desplazarlo y ejecutar la técnica.

Así, mientras que, en el Judo Japonés, la dirección de la fuerza fluye desde el suelo hacia arriba y hacia adelante, transmitida por el tronco, en el estilo europeo la fuerza se dirige horizontalmente hacia atrás, generada principalmente por los brazos y los hombros.

Esto se traduce en que los movimientos característicos del Judo Japonés son de empuje con desplazamiento circular hacia adelante (mae-mawari-sabaki) y un combate a corta distancia, frente al estilo europeo, más orientado a la tracción, el desplazamiento circular hacia atrás (ushiro-mawari-sabaki) y el combate a mayor distancia, aprovechando la envergadura física.

En síntesis, puede afirmarse que el Judo Japonés es un Judo que transmite eficazmente la fuerza desde el suelo sin necesidad de generarla, mientras que el Judo Europeo depende de la fuerza que genera con sus propios brazos.

En el Judo Japonés, no se busca generar la fuerza mediante la contracción de sus propios músculos, sino transmitir de manera eficiente tanto la FRS como la fuerza del oponente a través del tronco, orientándola en la dirección del movimiento.

En otras palabras, no es un Judo que “genera” la fuerza, sino uno que la conduce, canaliza y aprovecha. Esta diferencia conceptual explica por qué el Judo Japonés, que a simple vista puede parecer menos potente, resulta sorprendentemente eficaz y poderoso.

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Toshihiko Koga

 

El flujo de la fuerza en el estilo del Judo Japonés centrado en el empuje

El flujo de la fuerza que se transmite desde los pies → al tronco → a las manos, siguiendo la llamada cadena cinética, constituye el eje del estilo del Judo Japonés. Dicha cadena representa la secuencia fluida mediante la cual la fuerza generada en el suelo se transmite a través del cuerpo.

Cuando esta cadena está conectada sin interrupciones y alineada sobre un eje estable, la fuerza fluye sin pérdidas desde el suelo hasta el punto de aplicación. Por el contrario, si la postura se quiebra o el cuerpo se dobla, se producen fugas de energía, reduciendo la potencia de la técnica.

Una de las grandes ventajas de este estilo de Judo que podríamos denominar “transmisor de fuerza”, es que la fuerza no solo se conserva durante la transmisión, sino que se amplifica en el proceso. Esto ocurre porque intervienen conjuntamente principios biomecánicos como el efecto palanca, el desplazamiento del centro de gravedad y el momento de inercia.

Por ejemplo, una pequeña fuerza aplicada desde las piernas se multiplica mediante la rotación de la cadera (como eje de giro) y se acelera a través del movimiento coordinado del tronco y los brazos. De esta forma, se produce un efecto multiplicador, generando una gran potencia con un gasto mínimo de energía muscular.

Asimismo, la clave de la precisión técnica reside en el control de la dirección de la fuerza. No basta con transmitirla; sino que es necesario orientarla correctamente hacia el punto en que el oponente pierde su equilibrio. A su vez, este control depende del mantenimiento del eje corporal y de una postura adecuada (shisei).

Una postura erguida transmite la fuerza en dirección vertical; una ligera inclinación hacia adelante la convierte en fuerza de empuje; y una inclinación lateral dispersa la energía, disminuyendo su eficacia. Por tanto, la precisión de la técnica depende directamente de la precisión con que se controla la dirección de la fuerza.

Para que la transmisión de la fuerza sea eficaz, la postura es un factor determinante. El cuerpo debe mantener siempre un eje estable, lo que implica alinear cabeza, columna, pelvis y pies, sostener el tronco mediante la presión abdominal (core) y evitar la rigidez excesiva en hombros y brazos. Esta estructura permite que la fuerza fluya de abajo hacia arriba sin interrupciones.

En cambio, en el Judo Europeo – más dependiente de la fuerza del tren superior -, el eje corporal suele romperse y el centro de gravedad elevarse, lo que provoca pérdidas en la transmisión de la fuerza.

En síntesis, los tres principios del Judo “transmisor de fuerza” son:

  1. Transmisión eficiente de la fuerza, minimizando las pérdidas de energía.
  2. Amplificación de la fuerza, multiplicando la eficacia con un esfuerzo reducido.
  3. Control direccional, optimizando la precisión y estabilidad de la técnica.

En otras palabras, este Judo “transmisor de fuerza” aprovecha al máximo la FRS y la gravedad, transmite la energía de forma continua a través del tronco y logra el máximo efecto con un esfuerzo mínimo, armonizando la belleza del movimiento con la eficiencia biomecánica.

Los movimientos que presionan al oponente hacia adelante, ya sea avanzando, empujando o desplazándolo en un arco circular hacia adelante, son los que permiten un aprovechamiento óptimo de la FRS, logrando una alta eficiencia en la transmisión de la fuerza.

Esta es, precisamente, una de las características distintivas del estilo del Judo Japonés basado en la técnica.

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Shohei Ohno

 

El estilo del Judo Europeo centrado en la tracción con la fuerza de los brazos

De acuerdo con lo expuesto, las características del Judo Japonés, centrado en el empuje y en el aprovechamiento de la fuerza de reacción del suelo (FRS), contrastan marcadamente con las del clásico Judo Europeo centrado en los movimientos de tracción impulsados por la fuerza de los brazos.

En gran parte del Judo Europeo, la acción se apoya principalmente en la fuerza del tren superior, utilizando los brazos para traccionar al oponente y desequilibrarlo. En este enfoque, el tronco cumple un papel secundario en la estabilidad, lo que genera un patrón de movimiento distinto: los movimientos de retroceso y los desplazamientos circulares hacia atrás (ushiro-mawari-sabaki) se convierten en el eje principal de este estilo de Judo.

Esto ocurre porque, para “tirar” del oponente, el judoka debe mover ligeramente su cuerpo hacia atrás, crear espacio, desplazar su centro de gravedad en esa dirección y así, provocar el desequilibrio necesario para ejecutar una técnica de nage-waza.

El Judo Europeo, al basarse en la tracción, utiliza estos movimientos de retroceso y desplazamientos circulares hacia atrás no sólo para generar la dirección de la fuerza, sino también para crear el ma-ai o distancia que le permita ejecutar la técnica. Si bien este estilo resulta racional y eficaz en acciones dominadas por el torso y los brazos, en comparación con el Judo Japonés, que aprovecha activamente la FRS, se muestra menos eficiente en términos de transmisión de la fuerza, estabilidad postural y coordinación global del movimiento.

            Como todo estilo, éste del Judo Europeo tiene fortalezas y debilidades como las siguientes:

Fortalezas:

  • 1)Desequilibrio potente mediante la tracción con los brazos
    • Aprovecha la fuerza de los brazos y el agarre para traccionar y desequilibrar al oponente.
    • Es especialmente eficaz en estilos de “ganar traccionando” con los músculos de la espalda y los brazos.
    • Permite transiciones fluidas a determinadas técnicas como ouchi-gari o seoi-nage.
  • 2)Control en el kumi-te o agarre (presión física)
    • La fuerza del tren superior facilita dominar el kumi-te o agarre, controlando la postura del oponente.
  • 3)Adecuado para técnicas de corta distancia y abrazos
    • Los movimientos de tracción permiten conectar con técnicas de agarre de corta distancia y abrazos.
    • La explosividad de la parte superior permite generar lanzamientos potentes.

Debilidades:

  • 1)Uso insuficiente de la fuerza de reacción del suelo (FRS)
    • Tirar o traccionar no permite aprovechar plenamente la FRS.
    • La transmisión de la fuerza se vuelve menos eficiente con alto gasto energético.
  • 2)Inestabilidad postural
    • La tracción fuerte tiende a inclinar el torso hacia atrás, desplazando el eje corporal y elevando el centro de gravedad.
    • Facilita contraataques por parte del oponente (por ejemplo; uchi-mata-gaeshi y ouchi-gaeshi).
  • 3)Discontinuidad en la combinación o encadenamiento de técnicas
    • Al depender del tren superior, se debilita la conexión con el tren inferior y el tronco.
    • Dificulta la ejecución de encadenamientos o combinaciones de técnicas.

 

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Hifumi Abe

 

El “shisei” y el “ma-ai” en el aprovechamiento de la FRS

En el estilo de Judo Japonés centrado en el empuje o presión hacia adelante, el mantenimiento del “shisei” (postura correcta) y la gestión del “ma-ai” (distancia de combate) constituyen el núcleo del aprovechamiento eficaz de la FRS. En otras palabras, las condiciones estructurales que permiten recibir, transmitir y utilizar la FRS se concentran precisamente en estos dos elementos.

El aprovechamiento de la FRS en la gestión del ma-ai es un factor fundamental que determina la calidad tanto del ataque como de la defensa en el Judo. Desde las perspectivas de la biomecánica y la táctica, el ma-ai debe entenderse no sólo como una mera distancia física, sino como la distancia funcional para transmitir la fuerza. Aquí, la posición del cuerpo y su postura hacen posible una transmisión eficaz de la energía generada desde el suelo.

Dado que la FRS es la reacción que el suelo devuelve al ser presionado, su transmisión eficiente hacia el tren superior permite que los movimientos de empujar (avanzar), tirar o traccionar (retroceder) y girar (tai-sabaki) se realicen de manera fluida, conectada y sin rupturas, evitando movimientos desconectados.

En el estilo del Judo Japonés centrado en el empuje, el principio fundamental es controlar activamente el ma-ai o distancia, induciendo a que el oponente lo genere. Es decir, el judoka “hace que el oponente genere la distancia ejerciendo presión hacia adelante”, concepto que define el llamado “control activo de la distancia” que se trata precisamente del dominio intencional y proactivo del espacio de combate.

En cambio, en el Judo centrado en la tracción con la fuerza de los brazos, el ma-ai debe ser generado por el propio judoka mediante la tracción con sus brazos, con un mínimo aprovechamiento de la FRS dirigida hacia atrás y arriba.

Por su parte, el shisei o postura en el Judo no se limita a mantener la espalda recta, sino a alinear correctamente la línea de gravedad con el suelo. Desde el punto de vista mecánico, la FRS actúa como fuerza de reacción vertical del suelo, y para aprovecharla plenamente, la línea de transmisión de la fuerza debe permanecer continua y recta: planta del pie → tren inferior → pelvis → tronco → brazos.

Si esta alineación se rompe, la FRS se “escapa”, disminuye la eficiencia de la transmisión y la técnica pierde eficacia, potencia y precisión. Así, una postura estable permite obtener el máximo efecto de la FRS con el mínimo esfuerzo.

En el estilo del Judo Europeo centrado en la tracción con la fuerza de los brazos resulta más difícil mantener esta alineación, haciendo que no se pueda aprovechar con eficacia la FRS.

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Takanori Nagase

 

Fortalezas y debilidades del estilo del Judo Japonés centrado en el empuje

A modo de resumen, se presentan a continuación las fortalezas y debilidades del estilo del Judo Japonés centrado en el empuje, según las distintas perspectivas:

Generación de la fuerza (FRS)

Fortalezas:

  • Permite aprovechar eficazmente la FRS.
  • La conexión entre tren inferior, tronco y brazos es fluida.
  • Permite producir gran potencia con poco esfuerzo.

Debilidades:

  • Si el contacto con el suelo es inestable, la fuerza tiende a disminuir.
  • Es sensible a las condiciones del tatami o a la pérdida de la postura.

Postura y eje corporal

Fortalezas:

  • Mantiene con facilidad el eje vertical y la estabilidad del centro de gravedad.
  • La postura es sólida y permite resistir el contraataque.

Debilidades:

  • Si la inclinación hacia adelante es excesiva, pierde fuerza en el empuje y la estabilidad.
  • Es vulnerable ante judokas que realizan movimientos potentes de tracción.

Dirección de la fuerza

Fortalezas:

  • La transmisión del impulso desde el suelo hacia adelante y hacia arriba genera fluidez y proyección.
  • Muy eficaz en técnicas con un componente ascendente como uchi-mata u osoto-gari.

Debilidades:

  • Si el oponente retrocede o absorbe el contacto (estilo europeo), la fuerza de empuje tiende a disiparse.

Ma-ai (distancia y su manejo)

Fortalezas:

  • Fuerte en combates a corta distancia; permite transmitir la fuerza con precisión.
  • Eficaz en maniobras de desequilibrio hacia adelante (mae-mawari-sabaki).

Debilidades:

  • A mayor distancia, se pierde parte del aprovechamiento del FRS.
  • Los oponentes con brazos largos (estilo europeo) pueden dominar la distancia.

Eficiencia energética

Fortalezas:

  • El uso coordinado de la FRS y del tronco reduce el gasto de energía.
  • Logra gran salida de potencia con menor esfuerzo.

Debilidades:

  • Puede ser más lento en la fase inicial de los movimientos.
  • Menos ventajoso en cambios repentinos de dirección o “tirones inversos”.

Rasgos técnicos

Fortalezas:

  • El desequilibrio surge de manera natural, al empujar el suelo para mover al oponente.
  • Mantiene estabilidad y capacidad de reacción.

Debilidades:

  • Puede llegar a ser desventajoso frente a estilos europeos potentes que ejercen el control a través del agarre y la tracción, debido a una dependencia menor de la fuerza de brazos.
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Sanshiro Murao

 

De esta forma, hemos tratado de caracterizar el estilo del Judo Japonés centrado en el empuje o presión hacia adelante que aprovecha al máximo FRS con el trabajo del tren inferior y menor dependencia de la fuerza del tren superior. Como máximos de este estilo podemos citar, entre los históricos, a los grandes campeones como Yasuhiro YAMASHITA y Toshihiko KOGA y entre los actuales, a Shohei OHNO, Takanori NAGASE, Hifumi ABE y Sanshiro MURAO de quienes es casi imposible encontrar una imagen de video atacando o ejecutando una técnica de nage-waza en retroceso.

            En el caso particular de YAMASHITA que combinaba los tres elementos fundamentales como avanzar hacia adelante, acortar la distancia y tomar la iniciativa y gran precisión técnica y estabilidad postural, puede ser considerado como un modelo por excelencia del Judo Japonés técnico centrado en el empuje.

           

Juan Carlos Yamamoto sensei 7mo DAN

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